¿Tienes a tu cuidado una persona con movilidad reducida? Si este es tu caso ya sabrás que uno de los factores más importantes en este proceso es hacer que la calidad de vida de la persona en cuestión sea la mejor posible, por ese motivo desde ABUELOS queremos darte una serie de consejos y pautas para poder facilitarte esta tarea

1. En primer lugar, no debemos olvidarnos de nuestra propia seguridad. Debemos tener en cuenta que si nos lastimamos mientras cuidamos a una persona que depende de nosotros, no podremos seguir cuidándola en condiciones óptimas. Para evitar lesiones es muy importante que aprendamos una mecánica corporal, especialmente en la espalda y en el momento que transferimos a la persona de la cama a la silla de ruedas.

2. En segundo lugar,  puede que nos parezca algo obvio, pero la escucha activa es una de las soluciones más efectivas para asegurarnos que estamos atendiendo las necesidades y tratando los dolores de la forma que realmente necesita el usuario. Además, para evitar problemas emocionales debemos motivar a la persona para que nos exprese cómo se siente y comparta con nosotros sus inquietudes y pensamientos.

3. Otro de los puntos más importantes es la cooperación entre cuidador y cuidado. Cualquier ayuda que pueda aportar será siempre buena para ambos, ya que si ambos colaboran en la misma dirección el día a día será más fácil y amable para los dos.

4. No podemos olvidarnos de realizar cambios posturales cada 1 o 2 horas aproximadamente para evitar la aparición de úlceras de presión en la persona. Las úlceras por presión son una de las complicaciones más graves en las personas con movilidad muy reducida y que de forma más habitual suelen aparecer en los codos, las rodillas, el sacro, las escápulas, etc.

5. Por último y no por ello menos importante, también es recomendable revisar de forma periódica los medios de ayuda a la movilidad que utilice el individuo, ya bien sea una silla de ruedas o un andador deberemos supervisar cada cierto tiempo su buen estado y su correcta funcionalidad.